
Cuatro tendencias que marcarán el futuro energético industrial de Europa
Los Escenarios de Seguridad Energética de Shell 2025 muestran cómo la IA, la electrificación, el gas y las renovables marcarán el futuro industrial europeo. Estas tendencias ayudarán a empresas a anticipar desafíos y avanzar hacia un sistema energético más resiliente y sostenible.
En julio de 2031, una nave exploradora de la Tierra llegará finalmente a Júpiter1. Tras ocho años de vuelo silencioso, comenzará a buscar señales de vida en tres de las lunas más grandes del gigante gaseoso1. Para que una misión como esta tenga éxito, los científicos en la Tierra han tenido que planificar con una década de antelación, anticipando escenarios y preparándose para posibles desafíos.
De forma similar, líderes de todos los sectores, desde fabricantes hasta operadores de centros de datos, afrontan un panorama igualmente complejo de posibles escenarios futuros energéticos. Se enfrentan a presiones para mejorar el rendimiento (aumentar la eficiencia mientras se reducen costes), reforzar la resiliencia de sus cadenas de suministro y descarbonizar sus operaciones. Todo ello mientras gestionan una demanda de energía creciente y un panorama geopolítico incierto.
Al igual que en la exploración espacial, la seguridad energética influirá en nuestro futuro. ¿Cómo pueden los líderes empresariales en Europa planificar el panorama energético del mañana con tantas incógnitas? Aquí es donde los Escenarios de Seguridad Energética de Shell 2025: Energía e inteligencia artificial pueden ayudar.
Explorando los escenarios que podrían definir el futuro de la seguridad energética
Desde hace más de 50 años, Shell utiliza escenarios para analizar cómo podría evolucionar el sistema energético. Los Escenarios de Seguridad Energética de Shell 2025 se han desarrollado a partir de modelos rigurosos y en base a la perspectiva de expertos, teniendo en cuenta cambios tecnológicos, geopolíticos y económicos. Aunque no son predicciones ni reflejan la estrategia empresarial de Shell, están diseñados para ayudar a líderes empresariales y responsables políticos a explorar posibilidades y planificar con anticipación.
El informe plantea tres posibles futuros:
Surge:
plantea un escenario de crecimiento acelerado impulsado por la tecnología (incluida la IA), con una expansión económica y una mayor demanda energética, donde predominan soluciones modulares y basadas en tecnología.
Archipelagos:
un mundo fragmentado por tensiones geopolíticas y una autosuficiencia nacional con transiciones energéticas más lentas y desiguales, y un énfasis en la seguridad de suministro.
Horizon:
un escenario que describe lo necesario para lograr cero emisiones netas en 2050 y limitar el calentamiento a 1,5 °C a finales de siglo en comparación con niveles preindustriales, lo que exige cooperación global y ambición política.
¿Qué significa esto para las industrias europeas? A continuación, se presentan cuatro tendencias clave de los Escenarios de Seguridad Energética de Shell 2025. Estas pueden ayudar a los líderes del sector industrial europeo a considerar posibles escenarios y a pensar de manera diferente sobre cómo prepararse para un futuro energético más resiliente.
Prepárate para el futuro: cuatro tendencias energéticas para el sector industrial europeo
El gas seguirá siendo clave
Aunque el sistema energético continúa adoptando las energías renovables, el gas natural, el gas natural licuado (GNL) y el biometano seguirán desempeñando un importante papel en el abastecimiento de la demanda energética, especialmente en industrias intensivas en energía. A diferencia del carbón, el gas natural ofrece una respuesta operativa más ágil, lo que permite ajustar rápidamente la generación y contribuir al equilibrio de la red eléctrica.
En los tres escenarios de Shell, la demanda de GNL crecerá considerablemente, alcanzando 550 millones de toneladas anuales a finales de esta década, y hasta 700 en los años 20402 en el escenario Surge.

También crecerá el uso de biocombustibles, que hoy representan un 4% del mercado mundial de combustibles líquidos. Ese porcentaje podría triplicarse para 2050, según las proyecciones2 . De manera similar, investigaciones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) sugieren que la demanda aumentará hasta los 38.000 millones de litros entre 2023 y 2028, lo que supone un incremento de casi el 30 % con respecto a los dos últimos periodos quinquenales3 .
A largo plazo, el gas jugará un papel complementario para integrar renovables intermitentes como la solar y la eólica, reforzando la resiliencia energética. Según la IEA, el gas natural fue en 2024 el combustible fósil de más rápido crecimiento, con un aumento de la demanda del 2,7 %, alcanzando un nuevo máximo histórico4 , frente al crecimiento del 0,5 % registrado en 20235 . Su flexibilidad y fiabilidad lo convierten en un valioso recurso para dar estabilidad a la red y garantizar la continuidad del suministro durante la transición energética.
Los sistemas distribuidos y la electrificación modular pueden ser clave para impulsar la eficiencia
La madurez de la IA y otras tecnologías digitales posiblemente acelerarán la transición de los sistemas energéticos centralizados. En el escenario Surge, por ejemplo, las infraestructuras modulares reemplazan a los sistemas fósiles a gran escala, mejorando la eficiencia, la descentralización y la descarbonización. Se prevé que los sistemas eléctricos favorezcan cada vez más las fuentes renovables, respaldadas por soluciones de almacenamiento de baterías a escala de red, formando redes energéticas más resilientes y adaptables.
Los tres escenarios de Shell también prevén un auge de la electrificación, impulsada por el objetivo de alcanzar cero emisiones netas para 2050. En el escenario Archipelagos, la demanda de electricidad crece más de cinco puntos porcentuales de cuota de la energía final cada 10 años, mientras que en Surge y Horizon, el incremento es de 10 puntos porcentuales2. Esto representa un aumento significativo con respecto a la tendencia histórica, que ha sido de aproximadamente dos puntos porcentuales por década.

Mientras tanto, el auge de los reactores nucleares modulares pequeños (SMR) a medio plazo (década de 2040) podría ofrecer una solución energética clave para usuarios de alta demanda, como los centros de datos e incluso, con el tiempo, embarcaciones marinas. Del mismo modo, podrían adoptarse grandes proyectos solares a nivel nacional o regional, con gobiernos que apuesten por tecnologías modulares de producción local para reducir su exposición a los mercados globales volátiles.
“Cada vez más clientes buscan fiabilidad y energía procedente de fuentes renovables”, afirma Massimiliano Mannino, General Manager Shell Energy Business to Business (B2B) Europe. “También nos piden monitorizar y certificar su consumo de energía renovable para cumplir con sus objetivos de descarbonización, lo que está generando un impulso en la manera en la que estructuramos y ofrecemos soluciones energéticas.”
Independientemente del escenario, el avance hacia la modularidad estará impulsado por la inteligencia artificial, ya sea mediante procesos de fabricación mejorados o mediante la optimización de sistemas energéticos interconectados y descentralizados distribuidos por distintas regiones y geografías.
La digitalización y la IA podrían ser esenciales para controlar costes energéticos
Se estima que en 2050 la demanda energética global será un 25% superior a la de 2024, aunque las emisiones de CO2 podrían alcanzar su punto máximo en una década2 . La Inteligencia Artificial (IA), si bien podría aumentar la demanda, también será una herramienta clave para reducir emisiones.
La adopción de la IA y la automatización inteligente se sitúa en los tres escenarios de Shell como una posible palanca para que los líderes industriales reduzcan los costes energéticos y mejoren la eficiencia operativa. Se espera que la IA optimice las líneas de producción, anticipe la demanda energética con mayor precisión, y automatice el desplazamiento de cargas, mejorando así la flexibilidad general del sistema, aumentando la eficiencia y reduciendo el desperdicio.

En el escenario Surge, estas capacidades van un paso más allá. La IA no solo optimiza los procesos, sino que reestructura la forma en que se distribuye la energía en los sistemas industriales, asegurando que las instalaciones con alta demanda energética funcionen de la manera más rentable y eficiente posible. En el escenario Horizon, donde los precios del carbono y los objetivos de emisiones son más estrictos, la eficiencia adquiere un valor especialmente relevante. Esto lleva a algunas empresas industriales a plantearse la modernización de sus operaciones e invertir en sistemas de bajo consumo energético para seguir siendo competitivas y cumplir con la normativa.
Este cambio ya ha comenzado. Por ejemplo, Horizonte Europa, el programa de financiación de la Comisión Europea para la investigación y la innovación en apoyo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, ha creado un marco de inversión de 95.000 millones de euros, que ya está impulsando la innovación digital en el sector energético6.
Del mismo modo, organizaciones como la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E) sugieren que la optimización de la red mediante inteligencia artificial podría reducir las pérdidas de transmisión hasta en un 15 %7. Estas mejoras podrían contribuir de forma significativa a los objetivos más amplios de Europa en materia de eficiencia energética y reducción de emisiones de carbono.
El almacenamiento con baterías y las renovables in situ pueden ofrecer mayor resiliencia y ahorro de costes
El sistema energético podría estar ante un punto de inflexión. Las renovables, en todos los escenarios, desempeñan un papel protagonista. La aceleración en la producción de módulos de energía renovable está haciendo que la generación in situ sea más accesible y rentable para las empresas.
Invertir en energías renovables in situ, especialmente cuando se combinan con sistemas de almacenamiento con baterías, puede otorgar a las empresas mayor autonomía sobre su suministro energético. Esto no solo puede contribuir a una mayor resiliencia frente a las fluctuaciones en el suministro y los precios - una ventaja valiosa en el escenario geopolíticamente complejo de Archipelagos -, sino que también puede ayudar a las empresas a alinearse con unas expectativas regulatorias en evolución y también con los objetivos de emisiones netas cero. En el escenario Horizon de Shell, la inversión continua en soluciones como el hidrógeno y el almacenamiento con baterías podría aumentar no solo para cumplir con regulación futura, sino también para mantener la competitividad en una economía global centrada en el carbono.

Según el Banco Europeo de Inversiones, esta tendencia está configurando el sistema energético en Europa, donde los países invirtieron casi 11.000 millones de euros en generación de energía renovable solo en 20238. Como explica Rupen Tanna, General Manager for Power Trading, los mercados están cambiando… y los inversores están respondiendo.
“Hemos observado un creciente interés por parte de los clientes en alternativas de almacenamiento con baterías”, afirma. “Esto nos ha llevado a invertir en soluciones estratégicas como Next Kraftwerke, uno de los mayores operadores de centrales eléctricas virtuales de Europa, y EGO Srl, una empresa especializada en la optimización del almacenamiento con baterías. También hemos reestructurado nuestro trading desk para dar mayor apoyo a la optimización e integración de activos flexibles en los mercados europeos”.
Planificación energética a largo plazo: la clave para desbloquear un futuro energético más sostenible
En los tres Escenarios de Seguridad Energética de Shell 2025 hay una idea que claramente destaca: el panorama energético del mañana probablemente será muy distinto al que conocemos hoy. Ya sea por la integración acelerada de la inteligencia artificial, la fragmentación geopolítica o la reforma regulatoria, cada uno de estos futuros representa un conjunto de oportunidades y desafíos para los líderes empresariales de todos los sectores, tanto en Europa como en el resto del mundo.
Explorar lo que podrían implicar los escenarios Surge, Archipelagos y Horizon para las empresas del sector industrial en Europa puede ser una forma útil de valorar opciones y construir el sistema energético del futuro.
Es posible que los líderes empresariales europeos no estén buscando vida en lunas lejanas, pero sí están explorando los sistemas que sostendrán la vida en la Tierra durante las próximas décadas. Al igual que ha hecho la Agencia Espacial Europea con su misión JUICE (Jupiter Icy Moons Explorer), los tomadores de decisiones pueden beneficiarse de una visión a largo plazo para diseñar un escenario energético en el que puedan seguir prosperando.


