Es normal que la imagen que uno guarda de las vistas y el relieve de la ciudad San Francisco, casi en su totalidad, sea la de la persecución de coches en ‘Bullitt’, la conocida película de detectives que protagonizó Steve McQueen en los años 60. Sin embargo, si visitas la ciudad e intentas seguir la ruta exacta, descubrirás rápidamente que el director Peter Yates padecía de "discontinuidad crónica"

Con la evidente intención de que los hechos no interfirieran en la narración de unas buenas imágenes, Yates teletransporta a McQueen hasta el norte y luego hasta el sur de la ciudad durante una persecución de tan solo 7 minutos. Pero esto es algo en lo que probablemente nadie repararía si no se lo comentara alguien. Pero nosotros estamos aquí en una misión cuasi forense, decididos a encontrar la mejor ruta por esta ciudad, y este es el tipo de cosas que queremos saber.

Vencer a la multitud

Nuestra ruta comienza, como muchas otras, en Union Square, una plaza que sirvió de punto de partida para el ejército de la Unión durante la Guerra Civil Americana, de ahí su nombre. En la actualidad, es un lugar de encuentro para gente que va de compras y turistas que acuden a los excelentes hoteles, teatros y tiendas de la zona, por lo que conducir por ella suele ser una pesadilla. Pero no a la hora a la que nosotros llegamos allí.

En las últimas horas de la noche, la plaza se encuentra tranquila mientras tomamos rumbo al norte, hacia Chinatown, una de las comunidades chinas más grandes y antiguas chinas fuera de Asia. Pasamos por alto el intenso aroma de la comida exótica que emana de los restaurantes que cubren sus calles y continuamos nuestro camino hacia el norte para disfrutar de una buena vista de la pirámide Transamérica, uno de los puntos más representativos de San Francisco y el edificio más alto del norte de California.

Giramos al oeste para entrar en la calle Lombard, y nos dirigimos al Golden Gate. Desde un punto de vista técnico, probablemente deberíamos estar haciendo esta parte de la ruta en el otro sentido, ya que la interesante Lombard (calle de sentido único en zigzag conocida como «la calle más sinuosa de San Francisco») se encuentra más atrás en dirección contraria.

Aunque en ocasiones pueda parecer una ilusión, el puente Golden Gate que se levanta ante nosotros en la noche es auténtico. Era el puente suspendido más largo del mundo cuando se completó en 1937, aunque en la actualidad ese récord ya ha sido superado por otras diez obras de ingeniería.

Damos la vuelta en el lado norte y volvemos a pasar por el puente para dirigirnos hacia el lado oeste de San Francisco, a la Great Highway. En contraste con el bullicioso lado oriental, este tramo recto de carretera desierta discurre paralelo al océano Pacífico y es el lugar ideal para relajarse o hacer surf. También es la vía de acceso rápido a la última —y, en muchos sentidos, más impresionante— parada de este circuito secreto: Twin Peaks.

Admirando el paisaje

Giramos a la izquierda para tomar Sloat, luego entramos en Portola y, por último, Twin Peaks Boulevard, y el estado de la calzada empeora a medida que ascendemos por la colina. Sin embargo, nuestras quejas se olvidan cuando llegamos a la cima, ya que la vista es absolutamente impresionante. Aquí, a 281 metros del centro geográfico de San Francisco, bajo esta excepcional noche estrellada, la ciudad se extiende a nuestros pies, cubierta por un manto de luz.

Aun así, no hay tiempo para detenerse. La vista seguirá aquí mañana, pero, para entonces, estaré regresando a mi casa de Los Ángeles. Así que nos disponemos a bajar la colina para hacer un último recorrido en honor de FrankBullitt por esta ciudad que ahora duerme.

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